A los pies de Cristo 2
Por: Francisco Antonio Rodriguez Figueroa
Y el médico me pregunta ¿usted es
la persona que su Tía clamaba para que arribará?
Le conteste: si lo soy.
El médico me dijo: su Tía nos tenía
desesperados y no dejaba que nadie se acercará ni la visitara excepto las
enfermeras y los galenos.
El médico dijo: le voy a dar
salida para su apartamento ya le envió la salida, la he examinado y está en
excelente salud.
A la media hora regreso una
enfermera con la orden de salida, en la que decía: Hora de salida 5 P.M.
Salimos de la clínica y el médico
le receto un multivitamínico.
Abordamos un vehículo y arribamos
al sitio donde vivía mi Tía, y los vecinos decían: Ya estamos preparando el
café, pero, la vemos con un excelente semblante.
Ahí, le doy las gracias a Dios a
través de Nuestro Señor Jesucristo, quien me uso para dar bendición a una
persona que lo necesitaba , bien instale a mi tía en su casa, inmediatamente le
preparé el multivitamínico para que se sintiera súper bien en Cristo Jesús.
Oramos y ella me dice: Francisco
te he mandado a llamar porque el Señor me dijo: que es hora de empezar tu
ministerio, y también me dijo serás profeta y dirás en el nombre de Dios la
buenas nuevas para toda persona que desea escuchar la voz de Dios y redimirlas
para extensión de su reino, a través de su Hijo Jesucristo, y les darás luz a
través del espíritu Santo.
No lo sabía si no después de que
entre a la iglesia cristiana, comprendí que el milagro que se había hecho en mi
tía era por parte del Señor Jesucristo; para Gloria y Honra de Nuestro Señor
Jesucristo, Amén y Amén.
Ese día a mi tía le dieron de
alta, regresamos a su casa en esa ciudad, y cuando llegamos todos los vecinos y
familiares se sorprendieron de verla tan radiante y llena de alegría.
Días después pase por una iglesia
cristiana y decía: que Hermoso que Alaban y que Hermoso que Oran.
A los quince (15) días pase de
nuevo y estaban Alabando y Orando, mi corazón latía de prisa cuando sentí que
alguien me tomo del corazón y me haló hasta el centro de la iglesia o
congregación, cuando me di cuenta estaba en el centro de la congregación y una
anciana me dijo: Siéntate hermano que el Señor este contigo.
Cuando termino el culto, el
pastor se dirigió hacia mí y me dijo: Todos hemos visto lo que el Señor hizo
con usted guiándolo al centro de la iglesia.
Ahí en ese instante recibí al
Señor como mi Señor y salvador.
Desde ese momento empecé a servir
en la congregación; el Señor me dio Dones espirituales para seguir Sanando,
salvando y liberando en el Nombre Poderoso de Nuestro Señor Jesucristo.
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Dios esta contigo en cada momento y te bendice en todo.